Torre de Cerro gordo

FUENTE: Junta de Andalucía

Pocos trazados son tan cortos y a la vez tan espectaculares como este. Caminando sobre altos acantilados, con la precaución debida, observaremos un magnífico tramo de costa brava mediterránea, de mar azul limpísimo. Al este, la Herradura residencial y urbana. Al oeste, salvaje y despoblada, Cantarriján y Las Alberquillas.
Recientemente la Consejería de Medio Ambiente ha construido un precioso mirador con plataforma de madera, en el que podremos descansar y meditar. Al fondo, la torre vigía de Cerro Gordo, situada en lugar inmejorable, recuerda que el mar es frontera y por él llegaron invasores y piratas.
Aún mucho tiempo después de dar por finalizada la guerra contra los musulmanes de la península, continuaron asediando las costas españolas los llamados berberiscos, los turcos y otomanos, y otros piratas mediterráneos a los que se unieron también los normandos y, más tarde, los anglosajones.
Desde la torre se alertaba a las fuerzas defensoras para que salieran al encuentro. Si no se ponían medios, poblaciones enteras eran arrasadas, incendiadas y sus moradores muertos o esclavizados. Las señales más frecuentes eran el humo y las luminarias, pero también podían usarse otras como trompas o correos. Todas estas torres son ciegas. A la cima sólo se accede a través de una escala desplegable desde las almenas. (Junta de Andalucía, s.f.)

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